martes, 31 de mayo de 2016

Mi primer libro publicado


Esta es una entrada atípica. Después de muchos sinsabores (no todos relacionados con el libro), al final me lo han publicado en amazon. Debería sentirme contenta, y sí, lo estoy...
Pero no tanto como creía que estaría...

Si tenéis curiosidad, podéis echarle un vistazo aquí:

https://www.amazon.es/dp/B01GEU2AQG

Son sólo 1,99 euros. Barato, barato...

Espero que os guste y me pongáis críticas positivas...

sábado, 28 de mayo de 2016

Dolor intenso



Hay momentos en que el dolor es tan profundo, tan intenso, que no se puede soportar. No sirve intentar anestesiarlo con alcohol. No funciona. Con las drogas prescritas por el médico tampoco. El dolor está ahí, arraigado, lleva años ahí metido en las entrañas, y no sale, y una se cansa de sentirlo. Una se cansa de esperar que pase, que suceda algo que lo cambie todo, en vez de repetirse una y otra vez desgracia tras otra.
Una se siente incomprendida, sola. Rara. Como toda la vida. Sabe que siempre se sentirá así. Que nunca encajará en ninguna parte. Una se siente culpable por existir.  Y nadie parece entenderlo.
De pronto el filo de una cuchilla resulta atractivo. La mano en un cubo de agua a falta de bañera, la sangre diluyéndose, vaciando un cuerpo que ya se siente vacío de tan lleno de dolor como está.
Ni siquiera sería una llamada de atención, nadie se enteraría. Viviendo aislada, a nadie le extrañaría que una no se comunicara en varios días. Ni siquiera leerían este blog.
Quizá los vecinos notarían que huele muy mal y llamarían a la policía y los bomberos echarían la puerta abajo y encontrarían a seis gatos huérfanos y un cadáver desangrado en el sofá. La imagen me resulta atractiva de pronto.
Una está tan cansada. No es cansancio, es agotamiento extremo. En todos los sentidos. Llevo luchando demasiados años. Quiero descansar. Sé que es cobardía. Soy cobarde ahora mismo. Me siento cobarde, no tengo el valor suficiente para seguir soportando este dolor constante, tan intenso...
No encuentro los motivos para seguir viviendo. Todo parece inútil. Todos mis esfuerzos acaban en fracasos. Fracasada. Así me siento. Inútil y fracasada.
Nadie comenta mi blog, no sé si alguien lo lee. Ahora estoy abriendo mi corazón, mi alma, y me da lo mismo que alguien lo lea o no, o que me crean o no, o que hagan lo que les dé la gana. Solo digo como me siento porque estoy a punto de estallar de dolor. Pocas veces me he sentido así. No quiero volver a sentirme así. Soy una cobarde, repito. Fui valiente mucho tiempo, luchando contra cánceres y mil desgracias. Me cansé. Ya me cansé. Ya es bastante. No soy el santo Job. No puedo soportar que me caiga una desgracia tras otra y yo aguantando estoicamente. No puedo.
Mientras escribo esto no puedo dejar de llorar. Una parte de mi me grita que no, que siga luchando. Aunque sea por mis gatos, para que no se queden huérfanos, porque son los únicos que me han demostrado amor incondicional. Pero creo que ellos lo notan. Notan que sufro. Y se alejan. Excepto Tuso, que siempre está junto a mi, los demás se alejan. Tuso sería el único que ahora podría salvarme.

Me pican las muñecas, como si me gritaran. Sólo temo al dolor. Y a ponerlo todo perdido de rojo. Y tengo miedo de no morir.

viernes, 20 de mayo de 2016

"Lejos de las leyes de los hombres", El último de la fila




Yo he visto las maravillas de la creación
sin ni tan siquiera abrir los ojos.
Y tú siempre has estado a mi lado,
a miles de kilómetros o entre mis brazos.

Te amo como se ama por primera vez,
cuando aún no hay costumbres.
Lejos de las leyes de los hombres,
donde se diluye el horizonte.

He visto el paraíso y el infierno
sin ni tan siquiera abrir los ojos,
y tú siempre has estado a mi lado,
a miles de kilómetros o entre mis brazos.

Te amo como se ama por primera vez
cuando aún no hay costumbres.
Lejos de las leyes de los hombres
donde se diluye el horizonte

jueves, 12 de mayo de 2016

Lágrimas



A Tuso no le gusta que llore. Mientras ronronea entre mis brazos, cuando nota mis lágrimas, deja de ronronear. Quizá se siente triste o asustado. Pero no se va. Se queda entre mis brazos, aguantando el chaparrón que cae sobre su pelaje, estoico y relajado. Cuando paro de llorar, le acaricio, y le oigo ronronear tímidamente, poco a poco. Mi mano intenta secar su pelo, y ronronea más, pero él enseguida se pone a lamerse el manto, lenta y cuidadosamente. Lo que menos soporta un gato es la suciedad o la humedad sobre su pelo.
Una vez desahogada, o casi, me muevo para liarme un pitillo, y entonces Tuso se va a otro sitio más tranquilo a lamerse mis lágrimas. Pero de todos los seres que conozco, es el único que siento que me comprende cuando lloro y no intenta que pare.
Cualquier humano en su lugar me diría: "No llores, por favor", y su cara parecería que chupara un limón, como molesto por mis lágrimas.
Por eso, insisto. Cuanto más conozco a los humanos, más amo a mis gatos.

lunes, 2 de mayo de 2016

Si pudiera...




Sacar fuera todo lo que llevo dentro quemándome las tripas, sin importarme nada, vomitar las palabras y los deseos, gritar mis anhelos y mis miedos, garabatear hojas con mis pesadillas y mis sueños, y que me diera lo mismo lo que pensaran de mí...

Si pudiera estallar en mil pedazos y dejar mi sangre en cada frase y un latido en cada letra y una respiración en cada párrafo. Si fuera capaz de partirme en dos y extraerme las miserias como quien se saca los intestinos en vivo. Si dejara escapar el fuego que me quema las entrañas y ardiera mi piel y quemara mi sofá y mi casa y por fin se purificara todo lo que me rodea...

Dejaría de necesitar tanto alcohol y tantas pastillas...